miércoles, 3 de mayo de 2017

CARTA DE UN HIJO A SUS PADRES - RECOMENDACIONES

DIÁLOGO PADRES E HIJOS

Queridos padres:

HIJ@S: Estoy viviendo una de las etapas más importante de mi vida: la adolescencia, y experimento cambios físicos y psíquicos que me sumergen en un mar de dudas constantes.

PADRES: Te encuentras en la adolescencia temprana, entre los 11 y 15 años, es una etapa de cambios físicos,intelectuales, emocionales y sociales. En este periodo se dan los mayores cambios hormonales, que te van a preparar para la adolescencia tardía y la adultez. Evolucionamos y crecemos juntos, tus cambios son también los míos y juntos aprenderemos a asimilarlos, pregunta cuanto quieras, la información te ayudará a conocer tu cuerpo y tu mente.

HIJ@S: Estos cambios físicos que modifican mi imagen, me hacen estar horas y horas frente al espejo…. cada día me veo distinto, demasiado alto, bajo, delgado, pasado de peso… y por no hablar de mi batalla continua con el acné y las espinillas. No me desarrollo al mismo ritmo que mis compañeros…

PADRES: El cuerpo no desarrolla al mismo tiempo, ni con la misma rapidez, sobre todo en los chicos, en el que los rasgos de adulto se manifiestan a edades distintas (cambios en la voz, desarrollo de la musculatura y órganos sexuales). Las chicas se desarrollan primero y os podéis sentir desubicadas en situaciones para las que no estáis preparadas emocional ni mentalmente. Sea cual sea tu velocidad de desarrollo, son diferencias perfectamente normales que debes ver con total naturalidad.

HIJ@S: Estos procesos hormonales que afectan a todo mi cuerpo me producen una serie de sensaciones que ni conozco ni sé manejar, alteran mi estado de ánimo… hay veces que rio y me siento triste sin saber por qué.

PADRES: Durante este periodo suele ocurrir que os centráis en vosotros mismos, creéis que nadie más se siente como vosotros, y que nadie puede comprenderos (y menos la familia). Este centrarse en sí mismo puede dar momentos de soledad y aislamiento a la hora de relacionaros con vuestros amigos y familiares. Mirar a vuestro alrededor, comprender los sentimientos de vuestros compañeros y familia, ayudar a los demás a sentirse bien consigo mismo, esto os ayudará también a vosotros.

HIJ@S: Soy mayor para expresar mis emociones en público, no es necesario que me acompañes a la puerta del instituto, al cine... porque esta situación me hace sentir distinto a mis compañeros.

PADRES: Experimentas cambios en tu forma de expresarte, somos conscientes que no son cambios en los sentimientos hacia la familia y los seres queridos. Demostrar tus sentimientos no disminuirá tu autonomía ni distorsionará tu imagen dentro del grupo de amigos. Puedes preguntarme si a mí me pasaba lo mismo, estoy a tu lado siempre.

HIJ@S: No me gusta que me riñas, ni que pasemos el día discutiendo por el desorden de mi habitación, o por cómo me visto. Necesito cariño y aceptación, solo así podré determinar lo que realmente soy.

PADRES: Amar a un persona no significa aceptar siempre su comportamiento, estoy contigo en lo que necesites, pero actuar libremente no es el mejor camino para una buena convivencia y respeto. Fijar unos límites en el comportamiento hace sentirnos emocionalmente seguros, no solo los adolescentes. Supervisar que se cumplan unas normas de convivencia adecuadas a la edad y la etapa de desarrollo, os ayudarán a tener un mayor equilibrio psicológico para la edad adulta.

HIJ@S: Siempre tocas mis cosas, me preguntas en todo momento…. es que no confías en mí,” necesito mi espacio”.

PADRES: La confianza es uno de los pilares más importes de la familia, los padres nos encontramos
también en un aprendizaje continuo para asimilar que estás convirtiéndote en un adulto, tienes tu espacio, igual que nosotros, déjame ser partícipe de él y entenderás que confío en ti mucho más de lo que crees. Me intereso por todo lo que te ocurre, como siempre lo he hecho, confía tú también en mí, y lograremos una complicidad que durará para siempre.

HIJ@S: Déjame equivocarme, caer y levantarme solo, aprender de mis errores, vivir mis experiencias

PADRES: La exploración es parte fundamental de la adolescencia, sé curioso, experimenta nuevas expresiones artísticas, actividades sociales y deportivas, aprende, nútrete de todo lo bueno que te rodea y reflexiona sobre lo malo. Pongo a tu disposición mi experiencia, mis conocimientos y vivencias que te ayudarán a enfrentar las tuyas. No pretendo que seas como yo. El sentido de la responsabilidad se adquiere con el tiempo y todos debemos ser consecuentes con nuestras buenas o malas decisiones. Elogiaré tus acciones y reconoceré tu esfuerzo siempre.

HIJ@S: Quiéreme y respétame como soy; rebelde, contestón, inquieto, impulsivo e impaciente, cariñoso y reservado, necesito saber si siempre estarás dispuesto a ayudarme.

PADRES: No es cierto que todos los adolescentes seáis rebeldes y difíciles, reconocer y apreciar las diferencias de las personas enriquece las relaciones familiares. No existen los padres perfectos, aceptar a los demás es un proceso y aprendizaje que nos acompañará siempre, pero no lo dudes, la familia siempre estará a tu lado en todos los momentos. Comunícame, muéstrate tal y como eres.

HIJ@S: Hay veces que no tengo ganas de hablar, no me lo reproches…

PADRES: Yo espero pacientemente, buscaremos un lugar tranquilo y sin interrupciones, para cuando necesites que hablemos y/o te aconseje, respetamos tu derecho a opinar. El desacuerdo civilizado y razonado entre las personas no impide que nos comuniquemos. Es importante que sepamos en qué no estamos de acuerdo para llegar a un punto de encuentro.

HIJ@S: Comparto mis preocupaciones con mis amigos, ellos me entienden y se sienten como yo.

PADRES: Preguntar y escuchar es signo de respeto hacia los sentimientos y las opiniones, me interesa quienes son tus amigos, tus aficiones, como te sientes y que perspectiva empiezas a tener de la vida. Te invito a saber cómo soy yo, qué experiencias he vivido, cómo eran mis amigos y qué decepciones he tenido. Aunque mi adolescencia no fue igual que la tuya también me sentí confuso. No cierres tu círculo, todas y cada una de las personas que están a tu alrededor forman parte de tu vida y enriquecerán tu desarrollo como persona.

Seremos firmes con nuestras decisiones, y consecuentes a las circunstancias. Asertivos, comprensivos y pacientes, apóyate en nosotros para seguir caminando y sigue llenado el “frasco de la vida”.

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